Realizan exitoso simulacro de emergencia en el Aeropuerto SJU
Como sabemos, ninguna estructura u organización está exenta de afectarse en medio de una crisis de salud o un fenómeno natural. En el caso de los aeropuertos, estas se suman a otras potenciales emergencias —como accidentes aéreos, fuegos estructurales, incidentes con materiales peligrosos o actos terroristas, entre otros.
Cada año, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), exige que los aeropuertos certificados realicen al menos un ejercicio de mesa al año enfocado en alguna de las nueve situaciones de emergencia provistas por ellos, para revisar sus protocolos en caso de que ocurra un imprevisto. En el Aeropuerto SJU, cumplimos con realizar este simulacro anual, pero agregamos un segundo ejercicio cada año, con el fin de cerciorarnos de que tenemos todo listo para enfrentar una emergencia.
“Llevamos varios años aumentando la cantidad, calidad e intensidad de ejercicios que hacemos anualmente para mejorar y poder proveer a la comunidad aeroportuaria un aeropuerto más seguro y capaz de responder ante situaciones de emergencia”, explicó Erick N. Gracia-Galiano, Gerente de Respuesta a Emergencias de Aerostar.
El pasado 29 de octubre de 2020, el equipo de Manejo de Emergencias del Aeropuerto SJU coordinó un ejercicio que involucró a todas las partes que deben tomar acción si ocurriera una emergencia, en este caso, un terremoto. “Este ejercicio incluye las diferentes áreas del Aeropuerto (todos los departamentos que tienen un papel importante en la respuesta a una emergencia). También tenemos la presencia de agencias estatales, federales, sin fines de lucro y privadas que nos dan apoyo durante emergencias”, agregó Gracia-Galiano.
Los retos en medio de la pandemia
En esta ocasión, el ejercicio representó un reto adicional, pues contrario a como se realizan normalmente —que se cita durante medio día a todo el personal en un área designada en el aeropuerto—, hubo que ajustarlo a la nueva realidad que provocó la pandemia por COVID-19.
“Estos ejercicios, por lo general, se hacen presenciales: Utilizamos un salón grande dividido por partes. Sin embargo, con la pandemia, las reuniones de planificación que antes hacíamos de manera presencial se dieron de modo virtual a través de Microsoft Teams. Logramos, después de entrenar a todas las personas, llevar el ejercicio al plano virtual de manera eficiente. Jamás lo habíamos hecho. Hasta ahora, no he visto otros aeropuertos que hayan hecho un ejercicio funcional a la escala que lo hicimos nosotros. En toda nuestra región, somos los únicos que hemos logrado hacer un ejercicio funcional a ese nivel”, describió el gerente de Respuesta a Emergencias.
Gracia-Galiano afirmó que se lograron los objetivos principales del ejercicio:
- Establecer el 100% del equipo de respuesta a emergencias de Aerostar siguiendo la doctrina del Sistema Nacional de Manejo de Incidentes (NIMS, por sus siglas en inglés) en los primeros 45 minutos de la notificación de la emergencia.
- Se pudieron trabajar los “Lifelines” —siete puntos específicos que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia (FEMA) provee para poder estabilizar un incidente y salvar la mayor cantidad de vidas posibles. Si se logra cumplir con los requisitos de cada “Lifeline”, se logra estabilizar el incidente. Eso permite enfocarse en la recuperación de manera más efectiva. Fue la primera vez que se integraron los “Lifelines” en un ejercicio y de manera virtual.
- Otro objetivo fue trabajar el impacto ambiental y garantizar la seguridad a empleados, pasajeros, y respondedores. Se logró mantener la eficiencia que se había logrado en ejercicios anteriores.
- Por primera vez hubo apoyo para el plan de comunicaciones, redes sociales, etc. Se mejoró la eficiencia y la calidad de información provista a medios externos.
Ahora bien, la finalidad de estos ejercicios no es necesariamente que todo salga bien. En palabras del experto en manejo de emergencias, el objetivo es “encontrar dónde están las fallas para poder mejorarlas”.
“En ese sentido, logramos identificar áreas para mejorar y otras en las que hay que mantener el estándar. Ahora tenemos una agenda para el próximo año, donde establecemos esos puntos y vamos trabajando sobre ellos. La gran mayoría tratamos de mejorarlos este mismo año, con la finalidad de que en el próximo ejercicio estemos alineados”, dijo.
Lecciones aprendidas
Al reflexionar acerca del ejercicio, que involucró a representantes de toda la comunidad, Gracia-Galiano afirmó que la mayor lección ha sido ver el fruto del aprendizaje constante. “Hace cuatro años, la respuesta real a un desastre sería un caos en los primeros 45 minutos a una hora. Pero, durante los pasados años hemos invertido tiempo, esfuerzo y recursos en adiestramientos y ejercicios a nuestro personal, para bajar ese caos enfocándonos en una respuesta más enfocada y organizada. Definitivamente, estamos mejor preparados para ofrecerles a nuestros pasajeros, socios y a la comunidad aeroportuaria un aeropuerto más seguro”, concluyó.